¡¡Cuanta Creída!!

Este fin de semana estuve en las fiestas de Monzón.
Primero disfrutamos de un concierto de los Gandules, berreando como nadie el "bajaus hemos llegao a Cambrils" y disfrutando con la versión en directo de Ostetricia en Bucarest. Luego, paseito por peñas de los colegas, aderezando la noche con cerveza y "vinos de la tierra", aguantando como nunca la noche pirenáica.
Al fin, fuimos a una carpa, estilo interpeñas, pero modo Monzón, jeje. Allí, una orquesta, increible, nos deleitaba con temas rockeros en castellano e inglés, atreviendose (y clavando) con grupos como U2. Lo dicho, increibles.
Transcurría la noche entre cantos, guitarreos y más y más alcohol cuando mis ojos se fijaron en algo curioso. Vi a un nutrido grupo de chicos y chicas con un mismo pañuelo, azul clarito.
Según me dijeron después, es el pañuelo de fiestas, pero claro, yo entonces no lo sabía. Y el pañuelo me gustaba mucho, la verdad. Así que cogí y me acerqué a una chica cercana con dicho pañuelo. La tía se asustó un poco de mi, pero me hizo caso enseguida...
- Hola
- Hola - aún me mira con cara de extrañeza.
- Mira, que no soy de aquí, y me molan vuestros pañuelos, y quería saber si puedo conseguir uno...
La tía se repone del susto y me contesta que intentará conseguirme uno, que blablabla, etc. Vamos, que sabía que no me iba a dar ninguno, pero la tía quedo bien y yo me quede contento, sin pañuelo pero contento.
Al rato, sigo con mi obsesión del dichoso pañuelo, veo a una rubia que parece que esta volviendo locos a un par de tíos con el deseado pañuelo.
Por alguna extraña razón, probablemente de origen alcohólico, mi mente cree que si le pido el pañuelo a la tía (que no llevaba) me daría el de uno de los tíos que babeaban con ella.
Decir antes de continuar que la tía para nada era de mi gusto. Bueno, pues me acerco a ella y le digo "perdona, una cosa"... Y coge y ¡¡¡¡¡¡¡¡¡se separa de mi!!!!!!!!! Pero será gilipollas.
Bueno, segunda oportunidad, me vuelvo a acercar, sin tocarla en ningún momento, ni antes ni ahora, y le digo "no solo una cosilla". Se me vuelve a alejar (uffff, q mala ostia se me está poniendooooo) pero esta vez me dice, "dime, dime", con sonrisa de autosuficiencia...
En ese momento decido terminar la conversación lo más rápidamente que pueda, así que le pregunto "eres de la peña de los del pañuelo azul". Total que casi ni le da tiempo de contestarme que no, y yo estoy ya dando media vuelta alejándome de semejante estúpida.
Pero bueno ¿es que se creía que le iba a tirar los trastos? Será creída.... En fin, que sé que no todas sois iguales, pero tías como esas estropean la especie.
Así que para olvidarme de semejante imbécil, seguí dando botes y berreando todo lo que la orquesta tocaba, hasta que se hizo de día...