Mojito

El mojito es una de esas bebidas que tomas solo en momentos especiales, es decir, que no es común.
Tú sales una noche por ahí, vas de un bar a otro, y en un momento de la noche dices ¡anda, mira, ponen mojitos, me apetece uno! Y te gusta, lo disfrutas y saboreas como si fuese lo último que vas a tomar esa noche y siempre. Incluso puede que te tomes más de uno porque te ha gustado, pero al final llegas a casa, te vas a la cama y al día siguiente te levantas sin que lo primero que se te ocurra sea pensar en el mojito de la noche anterior.
Incluso es posible que vuelvas al sábado siguiente y vuelvas a tomar mojito, y disfrutes de nuevo con él, pero al volver a casa se repite la historia.
El mojito no es una de esas bebidas que tomes comúnmente. Ni siquiera todos los sábados vas al bar del mojito, ni mucho menos. Y por supuesto, al salir de trabajar, a lo mejor te vas a tomar una caña, pero no un mojito.
Tampoco es una bebida de la que digas ¿quedamos a tomar mojito? No, como mucho quedarás a tomar café. Cuando estás tirado en el sofá no dices "Mmmm, me tomaría un mojito".
Desde luego, nadie cena con un mojito, lo que se estila es un buen vino, o si eres abstemio, agua. Nunca mojito.
A nadie se le ocurre que le encantaría levantarse por la mañana y beberse un mojito. Y no es esa bebida que desearías estar bebiendo toda la vida, y que no beberías nada más. Para nada, ni en sueños vamos.
Ah, y como dicen otras blogueras, no estoy hablando de mojitos ;)