Todo es como antes

Si a ti te sirve, me parece bien. Si tú quieres engañarte, no me importa, pero, por favor, no trates de engañarme a mi.
Podremos seguir siendo amigos, quedar a cenar, una copa, lo que quieras, pero desde luego nada, absolutamente nada, es como antes.
Que yo soy tan culpable como tú, no lo pongo en duda, y puedo asumirlo, pero no eludas tu parte. Recuerda que fuiste tú quien se quedó en la parte segura, fue mi pedazo de roca la que cayó al abismo. Cierto, en ocasiones me pongo melodramático, pero, en fin, creo que después de todo se me puede permitir ¿no?
La sensación de que el último portazo está cada vez más cerca crece día a día. Sobre todo si en momentos en los que yo espero un "Cuéntame", recibo por respuesta un "Ya te contaré".
Párate un momento, baja de tu mundo y mira hacia atrás. Ese que agita la mano soy yo.