Desencanto

Llevo varios días, incluso un par de semanas, intentando entender que me pasa. Algo dentro de mí que me lleva a destrozar relaciones de amistad, a perder continuamente la paciencia, a encabronarme...
En estas semanas he tenido dos puntos de inflexión. El primero, en una conversación en la que una persona que he sido incapaz de tratar como debería me dijo en palabras aquel miedo que llevo meses temiendo. Aquello que no me atrevía a sacar de mi, que no quería ver y que ni apenas me lo planteaba. Un cambio de culpas interesantes, de fuera a dentro. Ahora tengo más claro por qué me ha pasado lo que me ha pasado estos últimos 4 años y por qué me va a seguir pasando.
Darme cuenta de lo que he hecho me llevó a la segunda parte. Buscar la razón, que es lo que realmente siento sobre "el mundo", podríamos llamarlo.
Y ayer en otra conversación, esta vez sin que la otra persona viera lo que me estaba haciendo ver a mi mismo, me di cuenta del sentimiento que me corroía las entrañas: Desencanto.
Un desencanto generalizado, de dentro para fuera. Primero, estoy profundamente desilusionado conmigo mismo, me he fallado una y otra y otra vez. Y luego, desencantado con el mundo en general, y con la mayoría de gente nueva que conozco. Cada vez me sorprenden menos actos de la gente, y eso me deja muy dolorido. Ya comienzo a conocer tan bien las pautas de la vida moderna que llegan a asquearme.
Veo como la misma historia que he visto una y otra vez se repite hasta la saciedad. Buf, aburrido, desesperante, deprimente. Se dice que tal vez en otros países, la gente actúa de otro modo, pero las noticias no dan buenos signos, más bien de lo contrario, una sensación de que el mundo se va a la puta mierda y a la mayoría se la pela bastante. Somos tan egocéntricos que no pensamos que nos pase a nosotros, en fin.
Volviendo a lo más superficial, mañana me voy por fin al peluquero, a ver si aligerándome un poco la cabeza me da por ver las cosas de otro modo.