
Lo primero que hay que hacer es destacarte sobre tus alumnos. La mejor manera es vestirte de un modo más o menos ridículo añadiendo algo que aun te haga sobresalir más del resto de la clase. Este efecto se puede conseguir fácilmente yendo descalz@ en una sala en el que el resto - tus alumnos- llevan zapatos,
Luego tenemos varios métodos de enseñanza. Uno es hacerse el gracioso, pero manteniendo la distancia que te da el ir de sobrado (con frases como "yo esto ya me lo sé"). Consigues de este modo que la audiencia se relaje un rato, para luego, traicioneramente, momentos después dar un metafórico golpe sobre la mesa para dejar claro quien está al mando.
El otro método añade a los anteriores principios otros dos igual de deplorables: el insulto y la amenaza. A base de estos dos pilares, consigues agarrotar a tus discípulos por la obligación de hacerlo bien ante el miedo de la represalia de hacerlo mal, y en ese precioso momento, con un golpe de efecto de bordería y mal hacer, rematas la faena. Por supuesto, en el instante siguiente haces un par de gracias, con puyas incluidas si puede ser, para que, finalmente, el público no sepa a que atenerse.
Así, con este sube y baja de tensión gluteal, consigues si o si, que tus alumnos se enteren de una mierda...
3 comentarios:
Yo nunca tuve un profesor asi como cuentas...pero recuerdo una anecdota muy graciosa una vez en clase.. era un profesor de practicas,(el tipico que se hace amigo de los alumnos y demas..) y mis compis y yo estabamos debatiendo un tema transcendental.. a que lao llevaba el paquete,jeje y el profesor se acerco a nuestra mesa.. nos guiño un ojo y nos dijo, a la derecha y seguir trabajando que hay que acabarlo hoy.
Yo seria buena profe.. soy nerviosa pero tengo una paciencia exagerá, jejeje.
La mejor táctica es la de acojonar, que cuando llegue el profesor nadie se cantee de la mesa. Yo tenía un profesor que nos decía hasta como teníamos que poner exáctamente la mesa y la silla, aún me acuerdo, tenían que estar de la siguiente manera: la mesa tenía que estar en línea recta con la línea de la baldosa, y la pata izquierda de la silla tenía que estar pegada a la pata izquierda de la mesa, excepto en los que tenían a su izquierda la ventana que era al revés. ese hombre tenía manías para escribir un libro.
jeje
Ummm....no se, no se!...pues creo que ese patrón que dices me suena. Lo peor es que he tenido 2 especímenes de esos en los 2 últimos años...¡a cuál peor!. En fin...paciencia....muuuuuuucha paciencia!!!!!!
Publicar un comentario