lunes, junio 09, 2008

Diario de...

Siempre he huido de la idea de blog como diario de cosas cotidianas. Para mi siempre ha sido más bien un diario de pensamientos que otra cosa. Por eso no me gusta postear cuando no tengo otra cosa que decir que no sea el día a día.
También, al ser un diario de sentimientos, el sentirse observado por gente de tu alrededor hace difícil que te "explayes" en dichos sentimientos, porque luego suena todo muy cursi.
Por eso ahora escribo menos, ya que en mi situación actual se me ocurren miles de cosas que decir sobre mi pequeña, pero me cuesta sacarlo por que no me tachen de excesivamente edulcorado.
Pero hoy creo que es un buen día para sacar lo que siento. Hoy tal vez es uno de los mejores días, ya que el clima ha arrastrado una tristeza que nos ha embargado a casi todos.
La mejor manera de empezar este post, tras el prologo anterior, es decir que realmente te das cuenta de hasta que punto te importa una persona no cuando no está, que también, sino cuando ves que esa persona esta mal. Cuando la persona está mal y tú te sientes realmente mal por no ser capaz de hacerle sentirse bien, es cuando te das cuenta de lo que te importa.
Yo ya sabía todo lo que me importaba mi chica, pero hoy me he dado cuenta en toda su amplitud. Me importa muchísimo, como hace tiempo que no me importaba nadie.
Y es que la vida es jodida, te da muchas hostias, pero de vez en cuando te da alegrías, a veces tremendas, si vienen en forma de unos enormes ojos azules.
Y es que ya era hora de dedicarle a mi mayor alegría un post en condiciones, que siempre la nombro a lo sumo en referencias, sin dedicarle todas mis líneas, que es lo que se merece, porque cuando sonríe da igual como te sientas, porque te hace sonreir de oreja a oreja. Por eso cuando su sonrisa se esconde y por sus enormes ojos se cruzan los nubarrones, se te encapota el alma y se pone a llover en tu corazón.
Y es que no me gustan los perros, pero si me gustasen, mi color favorito para ellos sería el verde.

6 comentarios:

Kiva dijo...

Una vez de pequeña le pregunté a mi madre que cómo se sabía cuando se quería a alguien, su respuesta fue: cuando lo que te importe sea su felicidad, por encima, a veces, de la tuya propia.
Es una frase que se quedó grabada en mi memoria.
Besicos y cuida a tu chica por mucho mucho tiempo.

Narya dijo...

Narya con acento de mel ryan:...

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Besos, te quiero bicho.

pochetina dijo...

ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
qué bonito!!!

:)

Beth dijo...

Bonitas palabras para tu pequeña, seguro que le hacen muy feliz.

Kiva tiene razón...bueno, o lo que le dijo su madre siendo peque.

Lo cierto es que a mi no me importa nada escribir en mi blog como estoy, lo que pienso o lo que siente mi corazón. Si por eso soy tachada de cursi o ñoña, ¡qué vivan las ñoñas!...no soy más chica dura por no expresar mis sentimientos. Si necesito gritarlos, lo grito y punto pelota...para eso es mi blog...
Todo esto te lo cuento para que sepas que en tu blog eres tú el que mandas y haces y deshaces lo que te venga en gana ;)

DarthBLU dijo...

:)

Raist dijo...

¿Y la mano?