Como el agua que se escurre entre los dedos al pretender retenerla con las manos, viendo caer las gotas al árido suelo de un desierto.
Como los labios resecos que buscan el contacto húmedo del líquido elemento, aun sabiendo que besaran las manos vacías.
Como la arena se desliza por la palma de la mano, al buscar incesante unas gotas entre las dunas.
Los ojos cansados ya, no ven siquiera el espejismo de un oasis.
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6 comentarios:
Joer, que animación ¿no? Veo que te ha afectado negativamente esta minientrada de la primavera
Va a ser por eso mi desajuste hormonal, no había caído, jeje.
Ohhhhhhhhh que profundooooooooo, no te pega nada malaje!!!!!!.
Un momento de debilidad ¿verdad?
Un abrazo, con tu permiso.
Pues nada, ya solo queda apretar la boca, morder los propios labios y continuar.
Déjate de oasis que luego siempre son mentira
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